Conoce mejor nuestra historia y nuestra pasión.
La historia de Hermanos Díaz - Café Típica comenzó con los abuelos. Hace más de cincuenta años, ellos dejaron su querido Mollepata y llegaron a Santa Teresa, llevando consigo no solo sus sueños, sino también un profundo respeto por la tierra y su generosidad. Fue allí donde el café comenzó a formar parte esencial de sus vidas.
Con manos firmes y corazones decididos, cultivaban cada grano con esfuerzo, dedicación y amor. Luego, los llevaban de regreso a Mollepata para realizar trueques, compartiendo ese sabor único con su gente. Las sonrisas al probarlo y las palabras “¡Añay Turay Panay!” —agradecimiento en quechua— se volvieron parte de la memoria colectiva de quienes lo saboreaban.
Sus padres continuaron ese camino, y desde muy pequeña, ella y sus hermanos se sumergieron en el arte del café. Aprendieron de primera mano todo lo que implica: la cosecha, el secado al sol, el tostado aromático, la molienda precisa y la venta con alma. Su hogar, siempre perfumado con el olor cálido del café recién hecho, fue un lugar de trabajo, unión y valores.
Hoy, ella mantiene vivo ese legado. Inspirada por su historia familiar y la tierra que la vio crecer, ha creado Hermanos Díaz - Café Típica. No es solo una marca; es un homenaje a sus raíces, a cada generación que puso el corazón en una taza, y a todos esos momentos sencillos que se disfrutan mejor con un buen café.
Preservar y compartir el legado cafetalero de nuestra familia, ofreciendo un café de origen auténtico, cultivado con respeto a la tierra, dedicación y amor por nuestras raíces. Buscamos brindar una experiencia que conecte a las personas con el sabor, la historia y los valores que nos han acompañado por generaciones.
Ser reconocidos como una marca de café referente en calidad, tradición y sostenibilidad, que promueve el valor del trabajo familiar y el respeto por el origen.